Nemomarlin (http://escuelanmomarlin.com) sigue sembrando y recogiendo frutos en nuevas comunidades autónomas hasta las que ahora no había llegado. Y es que la reconocida franquicia de escuelas infantiles acaba de empezar a dar sus servicios en la localidad toledana de Illescas gracias a Miguel Stuyck, el franquiciado que ha decidido emprender esta nueva aventura acercándose al mundo de los más pequeños. “En estos momentos, este sector es uno de los que más aguante demuestra debido a la continua demanda que se genera. Es por ello que cuanto más completa sea la oferta más posibilidades tiene en el mercado y eso es precisamente lo que me convenció de la enseña”, comenta el franquiciado.
La nueva escuela está situada en la Avenida Intergolf s/n de la urbanización “El Señorío de Illescas” de esa localidad toledana. El local, al frente del cual hay una plantilla de 8 personas, cuenta con 380 m2 divididos en 300 m2 de local y 80 m2 de patio. Además, el centro puede albergar hasta 60 alumnos que estarán distribuidos en 5 aulas atendiendo a sus edades. “Lo cierto es que el proyecto de Nemomarlin me sedujo desde el primer momento. Ofrece una serie de actividades que, al menos en esta zona, no son comunes. La posibilidad de que los niños aprendan inglés desde los 4 meses, desde mi punto de vista es un claro valor diferencial, y como este, muchos otros como la adaptación de los menús ante la posibilidad de alumnos con problemas alimenticios” explica Stuyck.
Además, si hay algo que da vueltas en la cabeza de los padres a la hora de que sus hijos inicien su primera aventura escolar, esa es la seguridad. “No me cabe duda de que uno de los puntos principales que se buscan para elegir una escuela infantil es la garantía de que se establecen unas medidas que garanticen la integridad de los escolares. En la zona en la que estamos no hay ningún centro comparable en este aspecto. Nosotros tenemos desde puertas de seguridad y enchufes en altura hasta suelos y paredes revestidos con material ignífugo. Yo como padre querría lo mejor de lo mejor para mi hijo, y en estas escuelas lo tienen sin lugar a dudas” destaca el franquiciado.
Nuevas miras
Y es que con esta nueva apertura, Nemomarlin inicia su aventura castellano-manchega y sigue cumpliendo las expectativas de expansión que se habían marcado. “Los nuevos emprendedores apuestan por nosotros y nos ayudan a que nuestro concepto de educación llegue al máximo número de familias. Queremos que los padres nos confíen a lo que más quieren, sus hijos. Por eso insistimos en un modelo de escuelas que sea perfecto para los más pequeños, pero también para los papás”, comenta Héctor Díaz Reimóndez, Consejero Delegado de la red de escuelas infantiles.
Los franquiciados ayudan en gran medida al desarrollo de la enseña y se convierten en parte activa dentro de la enseña. “Nosotros tenemos una serie de valores característicos que son nuestra seña de identidad, pero las nuevas ideas que ellos nos ofrecen suponen un plus en la calidad y la oferta que damos. Es un trabajo en equipo del que todos somos partícipes”, finaliza Reimóndez.
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