Ceguera instantánea, o lo que es peor, permanente. Esas son las secuelas que le podría haber causado al futbolista del Real Madrid, Cristiano Ronaldo, el aficionado murciano que estuvo apuntando con un puntero láser a la cara antes del lanzamiento de una falta que acabó en el poste. Una broma, que como afirma Alex Makow, Director General para España y Portugal de AsiaInspection, la empresa especializada en el Control de Calidad y a los Servicios de Inspección, Auditoría y Test de Laboratorio para importadores de todo el mundo (http://www.asiainspection.es/noticias), como poco es de mal gusto. “Desgraciadamente no somos conscientes de lo peligroso que resultan estos artículos cuando se usan más allá de la función para la que han sido creados, la de emitir una luz para señalar en una presentación de trabajo”, dice.
Jugadores perseguidos
Y es que Makow alerta que dado el bajo coste al que se pueden adquirir en el mercado (tanto en Internet como en las tiendas de todo a cien o incluso en un viaje a China) esta moda ha de frenarse. “Apuntar a alguien con este producto puede causar una verdadera desgracia. Tener la mirada fija en un puntero láser más de un minuto puede provocar quemadura de la retina. El problema viene, como pasó en último Barça – Real Madrid, donde sucedió lo mismo, que el aficionado compra el láser con más alcance, luz más cegadora y más peligrosa para el contrincante con la intención de causar un perjuicio”, destaca.
Además, tal y como AsiaInspection comprueba en sus inspecciones, la fabricación de punteros láser en China, en la mayoría de las ocasiones es sinónimo de daño a la salud pública. “En las auditorias no es difícil ver cómo este tipo de artilugios se fabrican a destajo sin ningún control de calidad que certifique si el haz de luz que emiten es peligroso para la vista de un ser humano. Más bien todo lo contrario, los fabricantes cuando reciben una visita o se les pide información como importadores casi se jactan de fabricar punteros con un haz de luz que llega a ser hasta 30 veces más potente que lo permitido por la ley y que luego se usan en campos de fútbol”, destaca Alex Makow.
Un peligro que como destaca AsiaInspection se multiplica cuando estos artículos caen en manos de niños. “No se debe dejar que los niños usen los punteros láser como juguetes si no están bajo supervisión de adultos ya que si no puede pasar lo que a un niño suizo hace poco le sucedió - que compró por Internet un puntero para estallar globos- y ha terminado perdiendo la visión del ojo izquierdo y apenas ve por el derecho por jugar con el puntero delante de un espejo y alcanzarle el haz accidentalmente varias veces”.
Sólo con etiqueta
Por ello AsiaInspection recomienda, que en caso de adquirir un puntero láser, sólo se compre aquel que esté etiquetado y que especifique el peligro que supone su inadecuada utilización. “Esta etiqueta significa que el producto ha pasado inspecciones de calidad y en ella se indica la clase de láser, tiempo de exposición máximo y la potencia de salida que tiene”, advierte el Director General para España y Portugal de AsiaInspection, Alex Makow.
En el caso de Europa y tal y como el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales indica la clasificación de riesgo para estos productos se rige por la normativa UNE EN 60825-1 /A2: 2002. En ella se establecen los requisitos mínimos de seguridad para la fabricación de productos láser a la par que se pretende conseguir la eliminación de los riesgos y cuando esto no es técnicamente posible reducirlos en la fase de diseño. “Esta normativa recuerda los fabricantes están obligados a adoptar una serie de medidas de seguridad relativas al diseño de sus productos. Entre estas medidas está el empleo de carcasas protectoras, paneles con enclavamientos de seguridad, atenuadores del haz”, dice.
- Las etiquetas deberán ser legibles, claramente visibles y estar en todo momento fijas durante el funcionamiento, mantenimiento o ajuste del láser.
- Además tienen que estar situadas de modo que puedan leerse sin que la exposición a la radiación supere el LEA de la Clase 1.
- En aquellos casos en los que el tamaño del producto o su diseño haga imposible la colocación de etiquetas, éstas deberán incluirse en la información que se suministre al usuario o bien dentro del embalaje del producto láser. No compren por tanto, producto sin caja o blister.
- La norma establece distintos tipos de etiquetas: de advertencia, explicativas, de abertura y etiquetas de los paneles de acceso a los equipos láser.
- Nuestra empresa dispone de los medios adecuados para realizar los test de seguridad y normativas necesarios para que el producto pueda ser importado adecuadamente.
Por último AsiaInspection nos recuerda que nunca se ha de apuntar con el láser hacía otra persona. “Tampoco hacerlo sobre superficies reflectantes ya que esto es igual que apuntar al ojo con el haz. Así mismo se tiene que evitar analizar el rayo del láser con un microscopio o mirarlo con un binoculares”, finaliza el directivo.
Jugadores perseguidos
Y es que Makow alerta que dado el bajo coste al que se pueden adquirir en el mercado (tanto en Internet como en las tiendas de todo a cien o incluso en un viaje a China) esta moda ha de frenarse. “Apuntar a alguien con este producto puede causar una verdadera desgracia. Tener la mirada fija en un puntero láser más de un minuto puede provocar quemadura de la retina. El problema viene, como pasó en último Barça – Real Madrid, donde sucedió lo mismo, que el aficionado compra el láser con más alcance, luz más cegadora y más peligrosa para el contrincante con la intención de causar un perjuicio”, destaca.
Además, tal y como AsiaInspection comprueba en sus inspecciones, la fabricación de punteros láser en China, en la mayoría de las ocasiones es sinónimo de daño a la salud pública. “En las auditorias no es difícil ver cómo este tipo de artilugios se fabrican a destajo sin ningún control de calidad que certifique si el haz de luz que emiten es peligroso para la vista de un ser humano. Más bien todo lo contrario, los fabricantes cuando reciben una visita o se les pide información como importadores casi se jactan de fabricar punteros con un haz de luz que llega a ser hasta 30 veces más potente que lo permitido por la ley y que luego se usan en campos de fútbol”, destaca Alex Makow.
Un peligro que como destaca AsiaInspection se multiplica cuando estos artículos caen en manos de niños. “No se debe dejar que los niños usen los punteros láser como juguetes si no están bajo supervisión de adultos ya que si no puede pasar lo que a un niño suizo hace poco le sucedió - que compró por Internet un puntero para estallar globos- y ha terminado perdiendo la visión del ojo izquierdo y apenas ve por el derecho por jugar con el puntero delante de un espejo y alcanzarle el haz accidentalmente varias veces”.
Sólo con etiqueta
Por ello AsiaInspection recomienda, que en caso de adquirir un puntero láser, sólo se compre aquel que esté etiquetado y que especifique el peligro que supone su inadecuada utilización. “Esta etiqueta significa que el producto ha pasado inspecciones de calidad y en ella se indica la clase de láser, tiempo de exposición máximo y la potencia de salida que tiene”, advierte el Director General para España y Portugal de AsiaInspection, Alex Makow.
En el caso de Europa y tal y como el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales indica la clasificación de riesgo para estos productos se rige por la normativa UNE EN 60825-1 /A2: 2002. En ella se establecen los requisitos mínimos de seguridad para la fabricación de productos láser a la par que se pretende conseguir la eliminación de los riesgos y cuando esto no es técnicamente posible reducirlos en la fase de diseño. “Esta normativa recuerda los fabricantes están obligados a adoptar una serie de medidas de seguridad relativas al diseño de sus productos. Entre estas medidas está el empleo de carcasas protectoras, paneles con enclavamientos de seguridad, atenuadores del haz”, dice.
- Las etiquetas deberán ser legibles, claramente visibles y estar en todo momento fijas durante el funcionamiento, mantenimiento o ajuste del láser.
- Además tienen que estar situadas de modo que puedan leerse sin que la exposición a la radiación supere el LEA de la Clase 1.
- En aquellos casos en los que el tamaño del producto o su diseño haga imposible la colocación de etiquetas, éstas deberán incluirse en la información que se suministre al usuario o bien dentro del embalaje del producto láser. No compren por tanto, producto sin caja o blister.
- La norma establece distintos tipos de etiquetas: de advertencia, explicativas, de abertura y etiquetas de los paneles de acceso a los equipos láser.
- Nuestra empresa dispone de los medios adecuados para realizar los test de seguridad y normativas necesarios para que el producto pueda ser importado adecuadamente.
Por último AsiaInspection nos recuerda que nunca se ha de apuntar con el láser hacía otra persona. “Tampoco hacerlo sobre superficies reflectantes ya que esto es igual que apuntar al ojo con el haz. Así mismo se tiene que evitar analizar el rayo del láser con un microscopio o mirarlo con un binoculares”, finaliza el directivo.
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