La facilidad y la inventiva de los chinos a la hora de copiar no tiene límites. Que se lo digan si no a Metro Group, la cadena de tiendas afincada en Alemania, y que está viviendo un verdadero problema a causa de las falsificaciones que se producen en China. “Esta compañía ha vendido la friolera de 6.00o iPhone 4 cuyos cargadores, al no haber pasado un control de calidad en las fábricas en las que se han producido, no tenían la corriente adecuada a la red eléctrica y se inflamaban e incendiaban. Algo que ha causado un grave inconveniente para la salud y el bolsillo de quienes han adquirido estos dispositivos”, comenta Alex Makow, Director General para España y Portugal de AsiaInspection, la empresa especializada en Control de Calidad y Servicios de Inspección, Auditoria y Test de Laboratorio para importadores de todo el mundo (http://www.asiainspection.es/noticias).
El incidente, para más inri, se ha producido a través de una página web dedicada a la venta de telefonía móvil y perteneciente al conglomerado de Metro Group (http:// http://www.real-online.shop.de/). “En dicho portal se estaban vendiendo cargadores no originales de Apple que pueden causar un riesgo de lesión para quienes los utilicen. Real ya se ha puesto manos a la obra y ha pedido a los compradores del iPhone 4 de 32 GB, que les envíen lo antes que les sea posible las fuentes de alimentación”, comenta Alex Makow, Director General para España y Portugal de AsiaInspection. “Real se ha defendido diciendo que el problema se ha originado a su vez en su proveedor, el cual supuestamente y sin darse cuenta había comercializado cargadores de energía incorrecta. De hecho un portavoz de Apple se ha apresurado a señalar que este distribuidor no está autorizado por la marca”.
Así las cosas lo que AsiaInspection quiere recalcar con este nuevo caso es que si ni siquiera las grandes compañías pueden escapar a la falsificación qué decir de otras empresas menos conocidas o escrupulosas. “Los ojos a la hora de controlar el origen y la calidad de los productos que se importan desde el continente asiático, son siempre pocos. Son países en los que cada vez hay más volumen de importadores extranjeros que acuden a este mercado para ahorrar costes de producción. A pesar de ser una manera rentable de hacer negocios hay un incómodo problema: la incomunicación y la poca trazabilidad de los cambios de tu producto. Muchas veces se subcontrata demasiado y no se acaba recibiendo el que producto que el cliente final ha aprobado”, dice Makow.
Por ello AsiaInspection recuerda que para curarse en salud e importar de Asia productos que ni sean defectuosos ni peligrosos, sólo es necesaria una premisa: controlar lo que se produce allí. “De esta manera se acaba con una práctica muy frecuente como la falsificación de documentos y certificados de calidad como los de la CE. El truco es tan fácil como que la fábrica presente o envíe al importador un documento que en la teoría es legal, pero que en la práctica es una falsificación del mismo. Es muy importante realizar una confirmación del tipo de material que se ha empleado en la muestra aprobada y luego recoger otra durante el proceso de producción. Así nos aseguramos que el test de laboratorio no ha sido falsificado o que solo cumple la normativa la muestra inicial, pero no el resto de la mercancía que está en el contenedor”, comenta Alex Makow.
Y es que como finaliza diciendo AsiaInspection cada vez más empresas contratan auditorias para cubrirse las espaldas. “Esto se debe a las preocupaciones de los clientes ante casos como el del iPhone y por ver qué sucede con sus producciones. Temen el cambio de materias primas, la subcontrataciones a terceros sin ser avisados, plazos de entrega, retrasos, hacer sentir a la fábrica que están siendo controlados y discrepancias con las créditos documentarios abiertos. Esto quiere decir que aunque busquen abaratar costes, intentan mantener la calidad en sus productos, lo fundamental es evitar sorpresas desagradables y costosas como el hecho de recibir productos que en nada se parecen a los que un buen día contrataron”, finaliza el directivo.
El incidente, para más inri, se ha producido a través de una página web dedicada a la venta de telefonía móvil y perteneciente al conglomerado de Metro Group (http:// http://www.real-online.shop.de/). “En dicho portal se estaban vendiendo cargadores no originales de Apple que pueden causar un riesgo de lesión para quienes los utilicen. Real ya se ha puesto manos a la obra y ha pedido a los compradores del iPhone 4 de 32 GB, que les envíen lo antes que les sea posible las fuentes de alimentación”, comenta Alex Makow, Director General para España y Portugal de AsiaInspection. “Real se ha defendido diciendo que el problema se ha originado a su vez en su proveedor, el cual supuestamente y sin darse cuenta había comercializado cargadores de energía incorrecta. De hecho un portavoz de Apple se ha apresurado a señalar que este distribuidor no está autorizado por la marca”.
Así las cosas lo que AsiaInspection quiere recalcar con este nuevo caso es que si ni siquiera las grandes compañías pueden escapar a la falsificación qué decir de otras empresas menos conocidas o escrupulosas. “Los ojos a la hora de controlar el origen y la calidad de los productos que se importan desde el continente asiático, son siempre pocos. Son países en los que cada vez hay más volumen de importadores extranjeros que acuden a este mercado para ahorrar costes de producción. A pesar de ser una manera rentable de hacer negocios hay un incómodo problema: la incomunicación y la poca trazabilidad de los cambios de tu producto. Muchas veces se subcontrata demasiado y no se acaba recibiendo el que producto que el cliente final ha aprobado”, dice Makow.
Por ello AsiaInspection recuerda que para curarse en salud e importar de Asia productos que ni sean defectuosos ni peligrosos, sólo es necesaria una premisa: controlar lo que se produce allí. “De esta manera se acaba con una práctica muy frecuente como la falsificación de documentos y certificados de calidad como los de la CE. El truco es tan fácil como que la fábrica presente o envíe al importador un documento que en la teoría es legal, pero que en la práctica es una falsificación del mismo. Es muy importante realizar una confirmación del tipo de material que se ha empleado en la muestra aprobada y luego recoger otra durante el proceso de producción. Así nos aseguramos que el test de laboratorio no ha sido falsificado o que solo cumple la normativa la muestra inicial, pero no el resto de la mercancía que está en el contenedor”, comenta Alex Makow.
Y es que como finaliza diciendo AsiaInspection cada vez más empresas contratan auditorias para cubrirse las espaldas. “Esto se debe a las preocupaciones de los clientes ante casos como el del iPhone y por ver qué sucede con sus producciones. Temen el cambio de materias primas, la subcontrataciones a terceros sin ser avisados, plazos de entrega, retrasos, hacer sentir a la fábrica que están siendo controlados y discrepancias con las créditos documentarios abiertos. Esto quiere decir que aunque busquen abaratar costes, intentan mantener la calidad en sus productos, lo fundamental es evitar sorpresas desagradables y costosas como el hecho de recibir productos que en nada se parecen a los que un buen día contrataron”, finaliza el directivo.
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