Un alivio para las franquicias. Así considera la Asociación Española de Franquiciadores la Nueva Ley de Morosidad que acaba de entrar en vigor. “Se trata de una Ley más que necesaria, ya que, según los últimos datos ofrecidos por el Banco de España, el ratio de morosidad en los impagos se sitúa en un 4,79%, llegando a alcanzar la cifra de los 90.000 millones de euros. Incluso, la previsión de los expertos indica que podría situarse entre el 7% y el 9% durante el segundo semestre de este año”, explica Eduardo Abadía, su Gerente. “En general, las empresas y franquicias están satisfechas con la Ley, pero no con los plazos, y ahora falta ver que se cumplan realmente los que se han impuesto, especialmente por parte de las grandes compañías que son las que más tardan en efectuar los pagos, a 90, 120 e incluso a 180 días ahora mismo”.
Es más, la AEF cree que si se hubiese puesto en marcha antes las franquicias habrían sufrido menos. “Ya era hora de poner en marcha una Ley de estas características, que permita a las empresas acortar los plazos de los cobros. Sin embargo, lo idóneo hubiese sido que esta medida hubiese sido efectiva inmediatamente después de su entrada en vigor, y no que se vayan acortando los plazos de manera paulatina, hasta dejarlos definitivamente establecidos en 2013, cuando las empresas estarán obligadas a pagar en un plazo de 60 días y las Administraciones Públicas en 30 días. Lógicamente, con esta reducción en los pagos, todas las empresas saldrán claramente beneficiadas, pero especialmente las pequeñas y medianas, entre ellas las cadenas de franquicias, añade Abadía.
En cuanto al acortamiento de plazos en los pagos la AEF considera que será de gran ayuda para las franquicias. “Acortar los plazos significará que se podrán solventar problemas de liquidez, que hoy en día son los causantes de que muchas empresas estén cerrando. Si las empresas tienen circulante, obviamente podrán afrontar con mayores garantías períodos difíciles”, dice. A la hora de valorar el endurecimiento de los criterios de financiación en las entidades de crédito por el registro de los préstamos dudosos de esta nueva Ley de Morosidad esta organización cree que la franquicia pierde. “Si ya en el año 2009, la concesión de créditos a las pymes disminuyó en un 26% por parte de las entidades financieras, si encima se endurecen esas condiciones lo único que se conseguirá es empeorar aún más la situación. Un problema que afecta a la mayoría de las empresas, pero mucho más a las franquicias, ya que, al no conseguir financiación, están perdiendo candidatos a franquiciado y, por tanto, están frenando su crecimiento”, finaliza Eduardo Abadía.
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